Calderas

Instalación de calderas de gas y gasóleo para calefacción

En Instalaciones Cepa apostamos por las calderas más eficientes: las calderas que utilizan la técnica de condensación.

¿En qué consiste la técnica de la condensación?

Los gases de salida de una caldera de gas contienen vapor de agua, debido al hidrógeno contenido en el gas. Este vapor se condensa por debido de aproximadamente 55º C, de modo similar a como la humedad del aire se precipita como rocío por la mañana.

El calor que se libera durante la condensación se puede extraer y utilizar para la calefacción. En relación con toda la energía de combustión, el gas natural dispone aproximadamente un 11% de calor por condensación.

En las calderas convencionales, el vapor de agua no debe condensar durante el funcionamiento normal. Por lo que, los gases de salida salen con una temperatura de 150-200º C, mucho más calientes que con una caldera de baja temperatura.

En el caso de las calderas de condensación, el intercambiador de calor es el adecuado para un funcionamiento con condensación.

Por ello, se pueden aprovechar las extracciones de calor por condensación, produciéndose una posterior refrigeración de los gases de salida (a aproximadamente 5-20º C por encima de la temperatura de retorno).

Para un buen aprovechamiento del efecto de condensación, es oportuno que el circuito de la calefacción esté a una temperatura baja. Esta se deberá regular dependiendo de la carga de calefacción.

Además, es apropiado tener circuitos de calefacción bitubo, ya que la división entre circuito de ida y circuito de retorno garantiza una baja temperatura de retorno. Las temperaturas máximas del circuito de calefacción para una caldera de gas no deberán estar por encima de 75/55ºC.

En el caso de los aparatos de condensación a gas se puede alcanzar una eficacia normalizada de máximo un 111%.