Suelo radiante

Instalación de suelo radiante

Suelo radiante

¿Qué es el suelo radiante?

Es la circulación del calor por debajo del pavimento de la vivienda.

Con el suelo radiante no se requieren radiadores y la sensación térmica resulta muy agradable, ya que, se obtiene un confort uniforme con menor temperatura, respecto a la calefacción tradicional, lo que permite un notable ahorro energético.

El montaje de un suelo radiante consiste en la colocación en primer lugar de una o varias capas aislantes de poliestireno expandido o de material reflectante que impiden que el calor se pierda y fluya hacia abajo.

Sobre esta capa aislante, se sitúan los circuitos de tubo por los que circula el agua de calefacción. A continuación, se cubre el conjunto con mortero, para una vez fraguado, colocar definitivamente el pavimento.

Para evitar problemas en el pavimento se coloca un sistema de seguridad (cinta perimetral) que absorbe posibles dilataciones.

La calefacción por suelo radiante es compatible con cualquier fuente de calor (gas, gasoil, aerotermia, geotermia, biomasa, etc.) y con cualquier tipo de pavimento.

Este mismo sistema podemos utilizarlo para refrescar en verano, haciendo pasar por el mismo circuito, agua refrigerada proveniente de una bomba de calor.

 

Ventajas del suelo radiante

  • Saludable: No levanta polvo, ni corrientes de aire. No reseca la garganta, al contrario que otros sistemas, por lo que es recomendable para hospitales, residencias de ancianos, guarderías, colegios y otras instalaciones colectivas.
  • Ahorra combustible y, por lo tanto, disminuye los costes. Se trata de un sistema que trabaja a una temperatura más baja que los radiadores de metal por diversos motivos. Entre ellos, que, al ocupar mucha mayor superficie, no necesita calentar tanto el circuito hidráulico.
  • Eficiente: calefacta o refrigera en la parte inferior de la habitación, donde nos movemos; al no tener que calentar todo el volumen de la habitación, como hacen los radiadores, no es necesario consumir tanta energía.
  • Invisible: al estar bajo el suelo, no se ve absolutamente nada.
  • Seguro: no existe el peligro de golpearse contra esquinas.
  • Regulable: se puede regular la temperatura por zonas.
  • Confortable: se trata del sistema emisor de calefacción que mejor reparte el calor por la habitación, ya que, al ser emitido desde el suelo, la emisión es mucho más homogénea y se encuentra siempre cerca de nuestro cuerpo.
  • Cómodo: no molesta, disponemos del espacio completo de la habitación para colocar nuestros muebles, frente a la instalación del radiador que siempre ocupa una de las paredes.
  • Climatización integral: se puede utilizar la misma instalación para calefacción y para refrigeración, con la consiguiente comodidad y ahorro de costes en la instalación.

En Instalaciones Cepa somos expertos instaladores de suelo radiante y refrescante, siempre utilizando las primeras marcas de mercado. Solicítanos presupuesto.